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“-Vamos a un pequeño paseo ¿Eh preciosa? – Siwon me hablaba de una forma tan extraña que no sabía si debía de salir corriendo o de obedecerle. Era un hombre de 30 años que vestía muy bien, olía muy bien y era bastante atractivo. Siempre vivía rodeado de guardaespaldas y de 2 o 3 modelos a sus lados. -¿Luna?- Me miraba pero en realidad no sabia que debía de responder. Jongin me advirtió… coño, Luhan me advirtió. Incluso mi madre siempre lo dijo.

“No confíes en extraños”

Y le acompañe pero no sabia que iríamos a un helipuerto y que de Corea terminaría en Japón en una cena con Yakuzas… en realidad no se que me hacia obedecer todo lo que Siwon me decía que hiciera. Quizás… quizás había sido esa bebida que me había ofrecido en un principio…

“No confíes en extraños”

¿Cuánto ha pasado? Recuerdo que hacia un tiempo estaba en Corea y ahora me encontraba en un Yate con sujetos regordetes que no me dirigían la mirada porque creían que era una de las chicas de Siwon… los flashes de las cámaras me mareaban y no sabia quien tomaba las fotos ni mucho menos para que eran. ¿Por qué no podía recuperar la conciencia? ¿Qué coños me pasaba?

“No confíes en extraños”

Lo vi… me gritaba. Corría hacia mí. Solo estaba el y aquella chica de cabellera roja que me miraba como si fuese una mártir ¿Por qué me miraba así? Jongin me abrazo y me estrujo contra su pecho de tal forma que sentí resquebrajarse todos los huesos de mi cuerpo. ¿Por qué dolía mi cuerpo? ¿Por qué dolía su contacto?

-A la próxima Jongin… te la entrego en trocitos… Adiós preciosa.- Siwon sentencio mirándome fijamente. Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo mientras que los recuerdos de las drogas y el alcohol nublaban mi mente… ¿Había follado con Siwon? ¿Siwon me había…? No…

“No confíes en extraños”

-Lo voy a matar… voy a cortar su piel en pedazos para que se la coma estando consciente… voy a matar a ese hijo de puta.

“No bailes con el diablo porque te terminara gustando”

Cuando las cosas van mal… siempre se pueden joder aun más.

“-¿Sabes xiuminnie? – Jongin me hablaba mientras que yo trataba de acomodarme en mi cama luego de una noche en la que mi sangre había cambiado su composición para poseer más alcohol que glóbulos blancos o rojos en ella.

-Coño déjame acostar imbécil…

-Estar con ella… es un ciclo Minseok… es un horrendo ciclo…- Balbuceaba y entre balbuceos era capaz de comprender lo que trataba de decime – La divina comedia.

-Ella es mi divina comedia.

Little things give you away

Me quede detenido en el tiempo viéndola llorar y resquebrajarse en miles de pedazos mientras que lloraba desconsoladamente. Cada vez que lloraba, era como si estuviese muriendo pero sin morir; Es extraño, horripilante pero increíble verla llorar. Era como ver a María Magdalena llorando en la cruz a Cristo, pero en un ciclo inclemente y eterno.

El aire me faltaba y me sentía mareado. Necesitaba irme de allí, necesitaba desaparecer de allí. Hacer de cuenta que Jongin solamente era un nombre que era un sinónimo de pesadilla en mi mente y que Luna era solamente el nombre de aquella estrella que sale de noche.

Y que Luhan… Luhan era una hermosa poesía que había leído y me sabia de memoria pero no podía recitar. No sabia si despedirme, no sabia si quería golpearla, abrazarla o llorar y gritar o todas esas mierdas al mismo tiempo en un ciclo incontenible e inacabable. No sabía que quería pero si estaba seguro que debía de acabar con ese ciclón de mierda en el que me había metido y en el cual se había convertido mi vida.

Trate de caminar hacia ella pero mis piernas estaban inmóviles. Ella se acostó sobre el sillón y aun podía escucharla sollozar pero en una intensidad más baja y en realidad, no sabia si eso me reconfortaba o me espantaba aun más de lo que ya estaba. Sentía mis manos heladas y que mi corazón saldría disparado de mi pecho como en una película gore.

-ya esta podrido Luna… las acciones no matan a las personas, su estupidez si.- cruel idiota.

La vi levantarse y mirarme dubitativa con sus ojos empapados en lágrimas. Tenía un rostro confundido y afligido. Y aquel lado reprimido que estaba lleno de ira y dolor decidió explotar de la peor forma con la persona que menos merecía ser explotado. –El esta muerto. Sea como sea, si lo arrollo un carro…

-Siwon lo asesino

-ME IMPORTA UNA MIERDA LUNA… TU, EL Y TODA ESTA MIERDA NO ME IMPORTA. –Grite fuerte mirándola con rabia. Vi en sus ojos como el alma fría y perdida que pensé que no existía en ella se rompía en miles de pedazos mientras que el cariño que sentía por mi empezaba a desvanecerse. Una lágrima silenciosa salió de su ojo derecho al tiempo que sabía que no había terminado. Una vez que empezaba a soltar toda mi represión e ira no podía contenerla.

Estaba poseído.

-Así como siguen todos lo van a terminar acompañando antes de lo que creen.

Felices por siempre

Minseok se dio la vuelta saliendo de aquel lugar como un demente. Azoto la puerta tras de si y empezó a patearla del otro lado llorando y sollozando como un niño pequeño. Deseaba que esa puerta fuese Jongin y fuese él mismo. Deseaba golpearse o que algo lo golpeara.

Deseaba morir.

Se dejo caer agitado y sudoroso por entre la misma puerta que había sido victima de su ataque. Se quedo allí sentado hiperventilando hasta que el aire empezaba a regresar a sus pulmones que sentía hirvientes y secos. Sentía sus ojos empapados y su frente perlada por el sudor de aquel esfuerzo e ira que saco como si fuese un tipo de animal o bestia insensata. Y eso era, se había convertido en un bastardo descontrolado.

Todas las palabras que había recitado en frente de Luna retumbaron su cabeza y una quemazón hacia que su corazón hirviera y sintiera ganas de golpearse la cabeza contra la puerta, cosa que hizo incesantemente hasta que sintió el líquido caliente de su cráneo empezar a derramarse. Había hecho una pequeña cortada en su parte posterior y coloco su mano allí mientras que se paraba mareado y con dificultad.

Deseaba volver a entrar allí, pedirle perdón a Luna y decirle cuan arrepentido se sentía de ser un imbécil. Pero no lo hizo, sencillamente porque sabía que sería la mayor hipocresía que podría hacer. Vio como un papel se resbalo por debajo de la puerta y fue consciente de que luna había sido testigo de su ataque.

Se quedo mirando aquel papel y lo recogió con sus dedos ensangrentados mientras que suspiraba y caminaba alejándose de aquella casa abandonada, avejentada y destruida. Tan destruida como había dejado a Luna dentro de aquel lugar y como supuestamente había quedado el cadáver de Jongin.

Se sentó a unas cuadras de allí, sintiéndose vigilado y al tiempo seguro al observar aquellas camionetas negras y los sujetos que estaban fuera de estas. Abrió la nota y observo la hermosa caligrafía que hacia tanto tiempo sus ojos no veían.

-Jongin…- murmuro en silencio. Más para Jongin que para si mismo murmuro su nombre, se sentía tan ajeno volver a mencionarlo con añoro y con cariño; ya se había acostumbrado a mencionarlo lleno de ira y odio.

Si estas leyendo esto, es porque ya estoy muerto, porque esta carta solo te la puede dar la persona que más ame en vida y en la única en la que confié.

Kim Minseok.

Un escalofrió recorrió el cuerpo de Minseok al tiempo que empezaba a temblar aterrorizado.

“-Minseok…

-¿Hmm?

-Si muero…

-¿Otra vez con la misma idiotez Jongin? Creo que te terminare matando para darte el gusto pendejo…

-Escúchame…- tan serio se ve tan guapo… y al mismo tiempo da tanto miedo que te cagas…- Si me muero necesito que mandes las cartas que están en mi escritorio… ¿Lo harás?

-Me estas asustando… – lo estaba haciendo- ¿En que coños estas metido Jongin? Llegas tarde, golpeado, ¿En que estas…?- tomo mi rostro… me miro fijamente…

-Te amo Kim Minseok…”

Ellos corrían hacia Minseok pero el solo continuaba mirando aquel papel que había olvidado completamente. Era como si su memoria estuviese exorcizando los recuerdos de Jongin.

Un sujeto le gritaba desde lo lejos pero Minseok solo escuchaba un pitido y sentía sus lagrimas correr por sus mejillas. Lloro, lloro más de lo que había llorado a sus padres y lloro más de lo que podía creer llorar. Lloraba como Luna, lloraba por luna.

El sujeto lo tomo de sus brazos mientras que lo zarandeaba con brusquedad y empezaba a jalar de el. Minseok arrugo aquella carta y sintió lentamente desaparecer aquel pitido. Ese recuerdo regreso y se instauro con violencia en su memoria así como la sensación cálida que le daba el saber que amaba a Jongin y que creía extinguida.

Era una sensación cálida que ocupaba espacio con…

-Luhan.

-Luhan esta muerto